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martes, 15 de marzo de 2011

¿FOSILISMO APRISTA NO PASARA VALLA ELECTORAL?

Las bases y la sociedad civil salvarán al APRA

En el Perú, luego de la muerte de Haya de la Torre, los apristas no acaban de entender que se hace necesario priorizar las políticas de "interés general"; vinculados al análisis permanente de la realidad nacional y mundial. Hoy en día, con un gobierno triunfalista y soberbio, pareciera que la resaca del Consenso de Washington, de la disciplina fiscal, la liberalización del comercio y las inversiones transnacionales; la privatización, los derechos de propiedad y la tan consagrada estabilidad macro económica constituyen las irredentas líneas maestras sobre las cuales se tiene que construir la visión de país que las mayorías reclaman.
La cuestión era superar la crisis política. Luego de la catástrofe electoral del último 3 de Octubre, el APRA y la derecha, no asimilan, no intuyen que la opinión pública y las grandes masas pobres del país, vienen silenciosamente pugnando por un “nuevo pacto político y social”, no necesariamente, un cambio de modelo, sino otro, más inclusivo y más convencido en la construcción de un Estado Moderno y Transversalmente más Descentralizado. En circunstancias críticas, la opinión pública no entiende que los partidos políticos permanezcan atrapados en querellas y conflictos exagerados de corrupción y que no se hagan los esfuerzos necesarios para consensuar aquellas políticas que permitirían dar respuestas adecuadas a las cuestiones que conciernen al interés general. En Perú estamos atravesando uno de esos momentos delicados en los que se hace necesaria una convergencia de propósitos, inclusive los de izquierda, tal y como sucede en otras latitudes.
La prensa y la TV gay y farandulera empuja hacia un callejón sin salida. Sin embargo y de cara a las elecciones generales, ahora estamos ante una crisis más profunda y peligrosa que requiere mayores esfuerzos que nunca y apartados de criterios electorales, por más respetable que ellos resulten, no podemos dejar de prestar sana atención a este panorama de desencuentros, de nerviosismos, de enconamientos políticos e, incluso, de arritmias en las propuestas políticas, no debe extrañarnos que el ciudadano medio tenga la sensación de que se encuentra ante un panorama de muchos ruidos y pocas nueces. Si los ciudadanos no ven firmeza, ni ideas claras, ni disposición al acuerdo, lo más verosímil es que tiendan a distanciarse definitivamente de los grandes partidos políticos, en especial del Apra, pues al parecer las ideas de saltos al vacío y el anti sistema, poca o nula importancia tienen en el electorado y terminarán generando un deslizamiento hacia opciones que enfoquen la situación actual en términos demagógicos, populistas, tal y como ha ocurrido últimamente y en especial por una actitud irresponsable y desmedida del periodismo servil y mediocre.
Fallaron o faltaron las reformas del Estado. El mantenimiento del actual status quo político viene alimentado por dos esperanzas que la mayor parte de los ciudadanos no entienden bien, y otras, que a mí personalmente me parecen poco realistas y escasamente patriotas, cuando se habla en exceso de crecimiento y de miles de obras que mantienen en la exclusión a millones de compatriotas con hambre y miseria. Estos excesos, bien podrían terminar derrumbando política y sicológicamente al APRA, permitiendo la insurgencia democráticamente triunfal de movimientos de izquierda, como ya sucedió en la última elección municipal y regional, ensalzados e impulsados presupuestalmente desde los mal llamados gobiernos regionales y locales, consiguientemente, el tan temido salto al vacío, no es una hipótesis, es una realidad. De seguro, que “Gana Perú” y Ollanta Humala, ya partió desde atrás al galope y, se hará de la presidencia este 10 de Abril y todo gracias a Alan García, que no acierta una, desde hace tiempo.
Se pasó el tiempo para una buena salida de la crisis. Desde luego, la situación no está para muchas bromas, ni para muchos maquiavelismos. Luego del bochornoso retiro de la candidatura de Meche Araoz y la lamentable arrugada de Del Castillo, los viejos congresistas tuvieron que dar un paso al costado, no lo hicieron, tampoco optaron por los grandes acuerdos y pactos sociales y políticos que antepongan los intereses generales. Hoy pareciera, que es demasiado tarde y paradojalmente, el Apra, como el partido de gobierno, el de la 130 mil obras, el más exitoso de la historia de la República, no aportará en la presente justa electoral, ni un solo congresista. Qué pena.
No sé si estaré equivocado en el fondo de mis análisis y argumentos, pero tal como están evolucionando las cosas, con un escenario consagrado por la corrupción y la inseguridad ciudadana, el desempleo, el hambre y la pobreza, que amenazan con la pérdida de credibilidad interna y externa, cada vez resulta más claro que es necesario hacer esfuerzos consistentes para recuperar el pulso político, para serenar el clima social que se viene y para generar la confianza y seguridad que el Perú necesita.
En caso de que no se avance en esta dirección, pues ya se anunció, que la dirección del Apra será asaltada, luego del 28 de Julio lo más probable es que la salida efectiva de la crisis se produzca más tarde y en peores condiciones y lo que es peor o tal vez mejor, será fuera del Apra.

1 comentario:

  1. Coincido en mucho contigo, estimado Antonio, lo que señalas es parte de las fisuras de la gobernabilidad en el país.
    Cuando se propone allá por los años 80 darle solución a las crisis fiscales de los países desarrollados y los "en vías de desarrollo" -crisis que en nuestro país es de ingrata recordación, sobre todo para los apristas- los neoliberales saltaron de alegría porque sus prédicas del Estado mínimo con privatizaciones en masa, austeridad fiscal, entrega del control de la economía al mercado, nula inversión en lo social; es decir "ajuste estructural" era la receta que nos hicieron seguir de la nariz, y que dio algunos frutos, a costo de toda una generación, pero hoy ya a nadie se le ocurre proponer esas ideas, bajo riesago de descalabrarse en el primer intento. Hoy la moda es capturar el centro político, lo que implica proponer dentro de los aspectos de liberalidad económica, compensaciones sociales. Pero el pueblo no desea sólo compensaciones, exige espacios de participación directa y en tanto los políticos nos engañan reconociendo estos espacios y legislándolos (ley de partidos políticos, de gobiernos locales y la ley de gob. regionales, por ejemplo.) Sin embargo, también se dan maña para salirse por la tangente y no respetar las decisiones de las bases de los partidos, ni tampoco los de las Juntas vecinales, desembarcando los alcaldes, proyectos con SNIP aprobados para hacer aprobar otros, pagando favores electorales al más puro estilo del "rent seeking". El pueblo reclama sin llamarlo talvez por un nombre convencional; más control social o democracia directa, porque de este modo la sociedad se organiza no sólo para controlar las conductas individuales , sino a las entidades del Estado, aquél del que se encaraman los políticos hipócritas de todo pelaje, con desparpajo y sin ningún respeto por el pueblo. Pero ese crimen tampoco paga y dentro de poco pueden estar viendo a su peor pesadilla en palacio y "...despertemos al borde de una mañana eterna desayunados todos".
    Tengo que cortar.
    Saludos Antonio de tu amigo Alfredo Espinoza

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